23-11-2022. – Noticia 554 –

Había una vez en un pequeño pueblo de Italia. Allá por el año 1500, vivían una familia de hámsters. El padre era un famoso inventor de la zona llamado Leonardo. Una de las ocho crías, que se llamaba Lisa, le inspiró en varios de sus trabajos.

Lisa tenía una gran imaginación y se pasaba el día soñando despierta.  Le encantaba el trabajo de su padre y cuando podía le ayudaba. Siempre estaba muy atenta en clase y sacaba muy buenas notas para poder estudiar y ser como su padre.

Un día, su padre se fue de viaje a España para enseñar uno de sus inventos. Pasaban los días y su padre no aparecía, ni volvía de su viaje. La familia estaba muy preocupada y Lisa decidió ir a buscarle.

Después de un largo viaje lleno de peligros, librándose de los ataques de buitres, o esquivando pisadas de humanos que ni siquiera la veían, llegó a Madrid, de donde recibió la última carta de su padre. Allí conoció a una paloma muy maja, que sabía lo que le pasó a Leonardo y le contó que un señor, que se llamaba Rigoberto, se le llevó a Segovia para llevarlo a su clase de 5ºA.

Lisa, después de dar las gracias a la paloma, se fue a Segovia. Allí encontró a Rigoberto y su clase, pero la jaula estaba vacía. Sus simpáticos alumnos le explicaron que llegó muy viejo y no pudieron curarle, pero si le quisieron mucho.

Entonces Lisa, decidió quedarse en la clase para seguir aprendiendo y ocupar el lugar de su padre.

La clase de 6ºA estaba muy contenta con su nueva mascota y sus inventos.

Izan  6ºA